El culto a la Muerte en Civilizaciones Mesoamericanas
Ofrenda de Día de Muertos: Conjunción de Elementos
La presencia de los monjes franciscanos en el siglo XVI fue uno de los determinantes de la fusión de los elementos indígenas y españoles que aparecen profusamente en los altares de los muertos. El nombre original en lengua latina sanctorum (día de los santos) paso a convertirse en Xantolo a través del sincretismo cultural, de acuerdo a la lengua nahual.
Estas festividades que se celebraban el 31 de octubre y 1 de Noviembre, recibían anteriormente el nombre mijkailjuitl que significa fiesta de muertos. La profusión de colores (amarillo, negro, rojo morado), la abundancia de flores y frutas tropicales y los suculentos platillos de cada región, unidos a las estampas e imágenes de santos junto a las fotos de los familiares difuntos, todo ello en perfecta comunión, dan al altar la peculiaridad de una fe que ha evolucionado y crecido al ritmo de los creyentes.
El adorno del papel picado negro y morado, con bellos y complicados diseños desde calaveras hasta figuras de la Virgen de Guadalupe forman parte del ritual del acontecimiento. Los colores, hacen referencia en la religión prehispánica, al Tlilan, el lugar de la negrura, y al Micitlán, es decir el sitio de los muertos; y el morado, es una influencia de la religión católica, que significa luto por el color de la liturgia del día. En medio de profusión de tonos sombríos, resplandece la flor de cempoalxuchitl, símbolo de la luz, del sol y de la vida, y el rojo de la "mano de león" o "moco de pavo", significa específicamente la expresión de la sangre de Cristo y la Resurrección, así como la vida humana.
La preparación de la fiesta comienza ya a mediados de Octubre y podemos encontrar en las floristerías las tradicionales flores de muerto, moco de pavo, mano de león y alhelí; en muchas panaderías dejan de hacer el pan común y sólo comercializan pan de muerto: las mandarinas, guayabas, tejocotes, naranjas, jícamas y camotes son los de mayor demanda en las verdulerías y fruterías; las canastas frutales en su variedad de forma y colorido son una delicia para la vista el paladar; las velas y cirios de cera se pueden comprar en cualquier tienda, así como candelabros de barro o tronco de palma. Una tradición muy mexicana lo es sin duda la de las calaveras de azúcar que tienen grabados en la frente el nombre del difunto y que los mexicas actuales degustan con fruición endulzando así el duro trago de la muerte. Son típicos también, las palomas blancas, los rehiletes y los cestitos de colores y no olvidemos la imagen del perrito techichi, color canela que nos ayudara a cruzar el río del Mictlán, o la lagartija habitante del inframundo.
La primera ofrenda se hace el 18 de octubre día de San Lucas, con café y aguardiente, y a partir de ahí las familias van preparando con serenidad y buen gusto la celebración a sus familiares en el mas allá. Comienzan las compras y los preparativos para la gran fiesta.
El pan Tal y como se conoce en la actualidad, hecho de harina de trigo, fue introducido en México durante la Colonia y su preparación fue adoptada y adaptada por los nativos, pero es en los días de muertos cuando cobra singulares formas, pues los panaderos les dan figuras humanas y en algunos lugares se las dan de animales, vegetales y objetos geométricos.
Amelia Lamaignere
Bibliografia de interés:
Estas URL continen información sobre la celebración en diferentes regiones y culturas :.
http://www.univision.com/content/content.jhtml?chid=3&schid=181&secid=0&cid=485170ç
http://www.montero.org.mx/muerte.htm
http://www.tierradenadie.de/archivo/viajes/visitamexico.htm
http://www.geocities.com/mysteryearth/Mitologiahpv/Muertos.htm
http://www.ideasapiens.com/antropologia/dia_%20muertos__%20_totolA_%20pan.htm
http://www.folklorico.com/ponencias/noche-de-muertos.html
Las calaveras de azucar
LA FIESTA DE LOS MUERTOS EN MEXICO ACTUAL Y SU SIMBOLISMO
Este tema debe ser considerado como parte del "Culto a
la Muerte en la Civilizaciones Mesoamericanas" presentado en esta misma
sección de Rituales de la Muerte, ya que ha sido separado unicamente
para facilitar la lectura a los interesados en el tema. Si no tuvieramos
en cuenta el sentido humorístico y vital con que los herederos de
estas culturas mesoamericanas, se toman aun hoy e día a la muerte, el
conjunto de este trabajo perdería la verdadera metafisica del culto
ancestral de estos pueblos. Se podria decir que la Muerte es el soporte
místico de la Cosmogonia Nahualt.
Una vez más, las peculiaridades de la fiesta cambia
según regiones así que solo hablaremos de generalidades y mas abajo
relacionaremos una serie de enlaces a sitios de diferentes regiones para
dar una visión as amplia de este acontecimiento que sinceramente creo
merece la pena conocer, si queremos profundizar un poco más en el alma
de los pueblos. Y desde luego, nadie mejor que los ciberespacios de los
propios habitantes de la región para introducirnos en sus cultos.
Ofrenda de Día de Muertos: Conjunción de Elementos
La presencia de los monjes franciscanos en el siglo XVI fue uno de los determinantes de la fusión de los elementos indígenas y españoles que aparecen profusamente en los altares de los muertos. El nombre original en lengua latina sanctorum (día de los santos) paso a convertirse en Xantolo a través del sincretismo cultural, de acuerdo a la lengua nahual.
Estas festividades que se celebraban el 31 de octubre y 1 de Noviembre, recibían anteriormente el nombre mijkailjuitl que significa fiesta de muertos. La profusión de colores (amarillo, negro, rojo morado), la abundancia de flores y frutas tropicales y los suculentos platillos de cada región, unidos a las estampas e imágenes de santos junto a las fotos de los familiares difuntos, todo ello en perfecta comunión, dan al altar la peculiaridad de una fe que ha evolucionado y crecido al ritmo de los creyentes.
El adorno del papel picado negro y morado, con bellos y complicados diseños desde calaveras hasta figuras de la Virgen de Guadalupe forman parte del ritual del acontecimiento. Los colores, hacen referencia en la religión prehispánica, al Tlilan, el lugar de la negrura, y al Micitlán, es decir el sitio de los muertos; y el morado, es una influencia de la religión católica, que significa luto por el color de la liturgia del día. En medio de profusión de tonos sombríos, resplandece la flor de cempoalxuchitl, símbolo de la luz, del sol y de la vida, y el rojo de la "mano de león" o "moco de pavo", significa específicamente la expresión de la sangre de Cristo y la Resurrección, así como la vida humana.
La preparación de la fiesta comienza ya a mediados de Octubre y podemos encontrar en las floristerías las tradicionales flores de muerto, moco de pavo, mano de león y alhelí; en muchas panaderías dejan de hacer el pan común y sólo comercializan pan de muerto: las mandarinas, guayabas, tejocotes, naranjas, jícamas y camotes son los de mayor demanda en las verdulerías y fruterías; las canastas frutales en su variedad de forma y colorido son una delicia para la vista el paladar; las velas y cirios de cera se pueden comprar en cualquier tienda, así como candelabros de barro o tronco de palma. Una tradición muy mexicana lo es sin duda la de las calaveras de azúcar que tienen grabados en la frente el nombre del difunto y que los mexicas actuales degustan con fruición endulzando así el duro trago de la muerte. Son típicos también, las palomas blancas, los rehiletes y los cestitos de colores y no olvidemos la imagen del perrito techichi, color canela que nos ayudara a cruzar el río del Mictlán, o la lagartija habitante del inframundo.
La primera ofrenda se hace el 18 de octubre día de San Lucas, con café y aguardiente, y a partir de ahí las familias van preparando con serenidad y buen gusto la celebración a sus familiares en el mas allá. Comienzan las compras y los preparativos para la gran fiesta.
El 30 de Octubre es el día de la Flor,
desde el amanecer sobre las 3 o 4 de la mañana, las ciudades se
iluminan con el camino de luz que forman las de lamparillas en fila de
los vendedores de flores.
Según en que zonas es típico el arco de flores: Los hombres de las familias forman equipos y se reparten las casas del lugar para montar esos grandes arreglos de arcos. Se comienza el arco con otates o varas delgadas cempaxuchil, mano de León, flor blanca, o palmilla. Las mujeres se encargan de preparar aquello que ofrecerán al equipo de ayuda en la elaboración de los arcos.
Según en que zonas es típico el arco de flores: Los hombres de las familias forman equipos y se reparten las casas del lugar para montar esos grandes arreglos de arcos. Se comienza el arco con otates o varas delgadas cempaxuchil, mano de León, flor blanca, o palmilla. Las mujeres se encargan de preparar aquello que ofrecerán al equipo de ayuda en la elaboración de los arcos.
Llegada la gran Víspera el 31 de Octubre, se pone la mesa para el altar se sacan los mejores manteles del
arcón familiar tejidos a punto de cruz por las abuelas de la familia y
sobre ello aparece ya las primeras ofrendas: los dulces rodeados de
juguetes y a las 6 de la mañana se sirve el desayuno de chocolate con
pan especial.
Hoy es el día de los niños que no pudieron llegar a
adultos. En la madrugada las ánimas de los niños muertos hacen su
aparición. Para ellos es la ofrenda de atole nuevo y elotes sancochados
(hervidos y asados sobre brasas). Mientras las almas infantiles
deambulan y se alimentan, la familia reza rosarios y otras oraciones.
Los rezos, que se realizan en absoluta paz, sirven para pedir por los
fallecidos y por los que aún siguen con vida. Terminado el rezo las
almas de los niños abandonan las casas y los familiares consumen el
desayuno. Se les prepara entonces otra recepción para el mediodía, con
una ofrenda que consiste en gallina guisada, dulce de calabaza,
chocolate, galletas, pan, caldos y carne, verduras, atole y frutas.
Nadie queda en el olvido y próximo al gran altar
se coloca otro mas pequeño pero sin ninguna fotografía. Es la mesa del
alma desconocida, aquellas que ya no le queda nadie en este lado o que
por razones alguna razón oculta no tiene a nadie que lo festeje, siempre
tendrá su espacio y su ofrenda en todas las casas.
El 1 de Noviembre. Finalmente
llega el día de los muertos grandes. Guiadas por las luces de las velas
las almas de los adultos hacen su aparición . U cirio por cada muerto
de la familia y alguno de más por si alguien hubiera sido olvidado. La
ofrenda es mucho más elaborada: tamales de maíz, carne de ave y de
puerco en salsa de chile y especias (mukbil pollo, en maya), atole y
chocolates, frutas, panes y dulces. Para los muertos que no tienen
familia se cuelgan de un árbol recipientes con porciones de la ofrenda.
Las casas donde su puso altar del alma desconocida ponen igualmente la
ofrenda del chíllate pan de muerto.
Una vez satisfechas las almas, los familiares y amigos proceden a alimentarse ellos mismos. Pero en la península de Yucatán las almas de los muertos se quedan ocho días, al cabo de los cuales hay que preparar una ceremonia de despedida los días 7 y 8 de noviembre, por lo que se hacen nuevas ofrendas que muertos y vivos volverán a compartir.
Una vez satisfechas las almas, los familiares y amigos proceden a alimentarse ellos mismos. Pero en la península de Yucatán las almas de los muertos se quedan ocho días, al cabo de los cuales hay que preparar una ceremonia de despedida los días 7 y 8 de noviembre, por lo que se hacen nuevas ofrendas que muertos y vivos volverán a compartir.
El 2 de noviembre es el día de la bendición,
la ofrenda en el desayuno consiste en chocolate, café, aguardiente,
cerveza, tamales. Es el día de difuntos. Campanas al vuelo, rosarios,
responsos misas y réquiem bendicen a los que partieron y consuelan a los
que aquí quedaron. En un abrazo común, la esperanza del próximo
reencuentro en un mundo mejor. Es "El día más grande", pues es la fecha
en que se visita el panteón para arreglarlo, limpiarlo de maleza y dejar
las ofrendas florales, como las coronas. Tradicionalmente éstas eran
elaboradas a mano; se hacían las flores con papel y se cubrían con cera
caliente, para que permanecieran intactas por más tiempo, pero en la
actualidad esta tradición se está perdiendo paulatinamente y se prefiere
comprar las sintéticas, elaboradas con popotes o artículos de plástico.
Los visitantes rezan para los muertos y muy poca gente aún les lleva comida a su última morada; los panteones se llenas de colorido, olores y matices contrastantes, pues de igual manera mueren pobres y ricos, y se puede observar desde la más humilde de las tumbas con tan sólo un arreglo floral y los nichos rodeados de cempasúchil y coronas.
De regreso, en casa las familias comen de las viandas e están en los altares, platican de los parientes fallecidos, sus virtudes y errores, y de lo que estarían haciendo si sus seres queridos estuvieran con vida. Al término de esto, más comida, dulces y demás se reparten entre los familiares y amigos que asistieron al panteón para acompañarlos.
Los visitantes rezan para los muertos y muy poca gente aún les lleva comida a su última morada; los panteones se llenas de colorido, olores y matices contrastantes, pues de igual manera mueren pobres y ricos, y se puede observar desde la más humilde de las tumbas con tan sólo un arreglo floral y los nichos rodeados de cempasúchil y coronas.
De regreso, en casa las familias comen de las viandas e están en los altares, platican de los parientes fallecidos, sus virtudes y errores, y de lo que estarían haciendo si sus seres queridos estuvieran con vida. Al término de esto, más comida, dulces y demás se reparten entre los familiares y amigos que asistieron al panteón para acompañarlos.
Si tuviéramos que hacer un escueto guión sobre el
trasfondo simbólico de esta celebración, diríamos que : La muerte
restrictiva y castradora, sacó su guadaña el día de los muertos, y se
presento en la fiesta pagana. Cambió su negro traje y vistió de alegres
colores; disfruto de banquetes, bailo al son de los ritos; degustó
manjares y calaveras de azúcar; y llegada la noche, se sentó junto al
fuego para compartir con las animas familiares venidas a la tierra en
visita fantasmal, los cuentos leyendas, que los vivos narraban.
Estas fiestas son de una gran belleza y colorido y
demuestran el espíritu alegre socarrón con que los mexicanos conviven
con la muerte. Cada región tiene sus propias costumbres. Hay leyendas de
todo tipo, y el turismo afluye como el gran acontecimiento que es.
Colores, flores, danzas, procesiones, manjares, oraciones,
plegarias, folklore, misas y rosarios; toda la historia de una fe
reflejada durante unos dias entre risas y añoranzas de seres perdidos.
No exagero al decir que hoy en día, cuando el materialismo y el consumismo imperan en el mundo, cuando nos aferramos a objetos, personas y cosas de todo tipo como si fuera la salvación de nuestras vidas, en México, La Muerte, es un canto a la Vida. Y eso si es único en el mundo. |
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Elementos del altar de las ánimas
"Estoy tan acostumbrado a estar vivo que ni me di cuenta de cuando me volví zampilote"(Jorge Reyes, compositor mexicano). |
Cada uno de los siguiente elementos encierra su propia historia, tradición, poesía y, más que nada, misticismo.
El altar de animas. Es
la manifestación de la buena voluntad. Puede ser adornado con papel
picado, con telas de seda y satín donde descansan también figuras de
barro, incensario o ropa limpia para recibir a las ánimas. Igual que en
la invitaciones de la vida se prepara un gran banquete para celebrar un
acontecimiento familiar, asi nosotros recibimos y agasajamos a nuestros
difuntos. Compartimos lo mejor de nuestra despensa, y les animamos a que
participen del recuerdo. Les mostramos nuestro recuerdo y nuestro
cariño. Oramos reunidos pr la paz de su alma, y dsifrutamos con ellos de
las alegrias de la vida, con una buena mesa. Y por su lado la Iglesia,
mediante la comunión de todos los santos, realiza de la misma forma un
banquete del que participamos todos del cuerpo de Cristo.
El agua. Como fuente
de la vida, es elemento purificador y vivifcador. representa emociones y
se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo
recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas
simboliza la pureza del alma.
La sal. Absorvente
natural recoje impurezas y purifica, razon por la cual se pone en la
boca del bebe en el bautismo.Evita la corrupción de la carne por eso se
les pone a las anima para evitar que el cuerpo se corrompa, en su
viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
Velas y veladoras( lamparillas) .Antiguamente
se usaba rajas de ocote, pero hoy en día el cirio. En la actualidad se
usa el cirio en todas sus variedades. La llama es el simbolo de la LUZ,
simbolo de la fé y la esperanza de un mundo mejor, luz interior que nos
guia en el camino, y las amas lo necesitan para el viaje de regreso y su
estancia en el más allá. Hay lugares que ponn el el altar, e una vela
por cada uno de los difuntos familiares que quiera recibir esa casa. Si
los cirios o los candeleros son morados, es señal de duelo; y si se
ponen cuatro de éstos en cruz, representan los cuatro puntos cardinales,
de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su
casa.
Copal e incienso.
El copal era la ofrenda antiguamente ante de que los españoles
importaran el incienso. de todoas fromas el Copal tiene diferente
simbolismo mágico y me parece mas adecuado para animas familiares. Es
fragancia de respeto, es ofrenda y se utiliza para limpiar el lugar de
negatividad del pasado y aleja a los malos espíritus y así el alma pueda
entrar a su casa sin ningún peligro.
Las flores. Tienen
alta vibración, por eso las regalamos a los Santos y se ponen en los
cementerios, de sta forma, elevan al espiritu de este plano terrenal, su
aroma es del agradio de todos estos entes por su simbolismos y al
partir cuando finalice la fiesta, el espiritu se llevara consigo el
recuerdo del aroma. El alhelí y la nube no pueden faltar pues su color
significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.
En muchos lugares, se acostumbra poner caminos de
pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y
viceversa. La flor amarilla del cempasuchil (Zempoalxóchitl) deshojada,parace alfrombras sutiles que marcan el camino del color y olor a las ánimas.
Los indígenas creían que la cempasúchil era una
planta curativa, pero ahora solo sirve para adornar los altares y las
tumbas de los difuntos. Por esta razón se dice que a lo largo del tiempo
la flor fue perdiendo sus poderes curativos. Flor de cempasúchil
significa en náhuatl "veinte flor".
El petate. Se
utiliza como cama, mesa o mortaja. En estos días, se utiliza para que
las animas descanse sbre el o tambien como mantel de las ofrendas sobre
el que se colocan los alimentos de la celebracion.
El izcuintle. Es
el perrito ne juguete para las animas infantiles. Eso hace recordar a
los niños muertos que es su fiesta al mismo tiempo ayuda a cruzar el
caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al
Mictlán.
El pan El pan es
uno de los ofrecimientos más preciosos del altar. Es la ofrenda
fraternal, es el cuerpo de Cristo según el rito de la Iglesia Católica. N
hay pnaderia que en esas fecha no elabore el pan de muerto paralos
altares ni familia que no lo ponga.
El gollete y las cañas
se relacionan con el tzompantli. Los golletes son panes en forma de
rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña. Los
panes simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las
varas donde se ensartaban.
Las calaveras de azúcar
medianas son alusión a la muerte siempre presente. Las calaveras chicas
son dedicadas a la Santísima Trinidad y la grande al Padre Eterno.
El licor es para el recuerdo de los grandes festejos que disfruto en la otra vida con nosotros y se anime a visitarnos.
Una cruz grande de ceniza, sirve para que al llegar el ánima hasta el altar pueda expiar sus culpas pendientes.
Fnalmente, también se puede colocar un aguamanil,
jabón y toalla por si el ánima necesita lavarse las manos después del
largo viaje.
Otros objetos para rememorar y ofrendar a los fieles difuntos
Algo mu curioso es la foto recordatoria del ánima ,
que sin embargo no debe estar a la vista sino escondida de forma que
solo sea vista mediante el espejo para "transmitir" al difunto que no
dejamos de recordarlo pero que ya no pertenece a este plano que aqui no
existe más.
Una imágen de las Ánimas del Purgatorio, para
obtener la libertad del alma del difunto, en caso de que estuviera
atrapado en este plano. También podria valer una pequeña cruz hecha con
ceniza, y otras imágenes de santos, como intermediarios entre muertos y
vivos.
El mole con pollo, gallina o guajolote, es el
platillo favorito que ponen en el altar muchos indígenas de todo el
país, aunque también le agregan barbacoa con todo y consomé. La buena
comida tiene por objeto deleitar al ánima que nos visita y los aromas de
estos platillos son los efluvios aromaticos en honor a nuestros
familiares. Se puede incluir el chocolate de agua.
La tradición prehispánica dice que los invitados
tomaban chocolate preparado con el agua que usaba el difunto para
bañarse, de manera que los visitantes se impregnaban de la esencia del
difunto.
La ofrenda, en sí, es un tipo de escenografía donde
participan nuestros muertos que llegan a beber, comer, descansar y
convivir con sus deudos.
LA COMIDA EN LAS FIESTAS MORTUARIAS
En la época prehispánica las comidas y bebidas
constituyeron las principales ofrendas rituales. La gama de platillos y
bebidas fue muy variable y amplia, así como las formas de prepararlos, y
su consumo dependía del tipo de festividad.
Los tamales
Este platillo en la época prehispánica y en la actual es fundamental en el altar de muertos.
Elaborados con maíz cocido, “nixtamal” molido o triturado hasta formar una masa, y mezclado con caldo de pollo hasta espesar, los tamales se ponen en pequeñas porciones, envueltos en hojas de maíz,
Papatla u hojas de plátano, colocándole en un recipiente para cocerlos; los hay de muy variados modos: de dulce, chile y sus derivados, mole, pipián o frijol, dependiendo de la economía de cada hogar.
Elaborados con maíz cocido, “nixtamal” molido o triturado hasta formar una masa, y mezclado con caldo de pollo hasta espesar, los tamales se ponen en pequeñas porciones, envueltos en hojas de maíz,
Papatla u hojas de plátano, colocándole en un recipiente para cocerlos; los hay de muy variados modos: de dulce, chile y sus derivados, mole, pipián o frijol, dependiendo de la economía de cada hogar.
Las tortillas de maíz
proviene de un pasado prehispánico con el que se conformó la base de la
agricultura. Es el alimento más importantes del pueblo mexicano, razón
por la cual adquirió ofrenda principal. En esta fecha las mujeres en
algunas regiones tienen por costumbre, elaborar las tortillas para colocarlas junto a otras ofrendas en el altar.
El pan Tal y como se conoce en la actualidad, hecho de harina de trigo, fue introducido en México durante la Colonia y su preparación fue adoptada y adaptada por los nativos, pero es en los días de muertos cuando cobra singulares formas, pues los panaderos les dan figuras humanas y en algunos lugares se las dan de animales, vegetales y objetos geométricos.
El molli como ofrenda
Los guisos a base de chile que nuestros ancestros llamaban molli tienen sus orígenes en la época prehispánica, pues los historiadores mencionan el chile molido y mezclado con carnes de diversos animales, como el guajolote, el xolotlizcuintle (perro criado especialmente para comer), el pejelagarto y otros ingredientes; además se refieren a alimentos sazonados con diversas salsas de chile y de pepitas, la “pipiana”.
Los guisos a base de chile que nuestros ancestros llamaban molli tienen sus orígenes en la época prehispánica, pues los historiadores mencionan el chile molido y mezclado con carnes de diversos animales, como el guajolote, el xolotlizcuintle (perro criado especialmente para comer), el pejelagarto y otros ingredientes; además se refieren a alimentos sazonados con diversas salsas de chile y de pepitas, la “pipiana”.
El chocolate
Actualmente durante estas fiestas se ofrecen bebidas preparadas a base de cacao y mezcladas con productos como la masa de maíz, canela, vainilla, amaranto y miel. Esta bebida se acompaña con tamales y es para conmemorar el día que vienen las ánimas de los niños o “chiquitos”.
Actualmente durante estas fiestas se ofrecen bebidas preparadas a base de cacao y mezcladas con productos como la masa de maíz, canela, vainilla, amaranto y miel. Esta bebida se acompaña con tamales y es para conmemorar el día que vienen las ánimas de los niños o “chiquitos”.
Y cada Año,
A pesar de que la sociedad moderna se va imponiendo
con sus prisas, con sus precocinados y su materialismo feróz, día a
día, mes a mes, vivos y muertos siguen dejando un hueco de memoria en el
tiempo, un espacio amoroso en sus vidas; la llama de la ilusión
permanece encendida un año más, con la certeza de que durante unas horas
, no habra ni más acá, ni más allá, y como el invisible hilo que nos
une a todos en un solo espiritu, vivos y muertos , nos volvemos a
reencontrar. Insolito caso este, en el que son la muertos quienes
reunen a los vivos.
Un libro excelente del Día de
los Muertos en México es: The Skeleton at the Feast por Elizabeth
Carmichael y Chloe Sayer. Universidad de Tejas, 1991
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